Hoy en el día de Saturno, padre del tiempo y patrón de nuestrxs muertxs les comparto unas palabras que enuncié como parte del ritual colectivo a cargo del grupo de disidencias sexuales y de género del que fui parte en el marco del Encuentro Latinoamericano de Sanadoræs, Brujæs, Curanderæs, Hierberæs, Artistas-Sanadoræs y Terapeutas.
Ese día fue el último día del encuentro y fuimos invitades a abrir el día con una ceremonia que nació en el mar y terminó en el fuego y el resonar de las maracas marikas contra la translesbohomofobia. Capturar lo que fue esa ceremonia en palabras no le haría justicia, se movieron las energías y los mundos y fue un espacio de honrar nuestra autoridad como sanadorxs.
El texto completo esta aquí y la versión en video en este post. Cada palabra nació para ser escuchada y anunciada en voz alta. Gratitud siempre a mis compañeres presentes ese día y a cada persona trans, travesti, marica y cabrita que todos los días resiste este mundo y se reivindica cómo alguien poseedorx de sabiduría y medicina que compartir.
Haylli! Haylli!
“Nos tomamos este momento para llamar a todas las personas que nos antecedieron, a reconocer los espíritus vivos y trascendidos de quienes conforman nuestro linaje de sangre y de comunidad.
Por qué hacemos esto? Porque venir aquí a abrir el último día del encuentro no es casualidad, es el reconocimiento por parte del equipo de organización de la importancia de nuestra presencia en un encuentro como este, donde hemos venido a juntarnos sanadores y sanadoras, brujes, brujas, brujos, curandera/e/os, terapeutas, defensora/es de territorios y personas medicina cuyas prácticas no empezaron de la nada sino son una continuación de saberes y luchas intergeneracionales.
Es fundamental para nosotres como personas trans, no binaries, pansexuales, espíritus libres, lesbianas y maricas tener en cuenta nuestras raíces y nuestra ancestralidad, porque lo que hoy reconocemos con estos nombres, con estas identidades, son en realidad los nombres modernos a existencias antiguas.
Ser qhariwarmis, dos espíritus, muxes, hijras, calalai, sekrata, baklas es reconocer que hemos existido antes del colonialismo y ocupado roles importantes en la comunidad, roles muchas veces ligados justamente a la sanación.
Parte de nuestra lucha espiritual, que es innegablemente política, está en reivindicar nuestras existencias, experiencias, saberes y medicinas, porque el género binario y la heterosexualidad como los conocemos hoy en día son constructos sociales impuestos en estos territorios, y por lo tanto las formas de discriminación hacia nosotres, ya sea la transfobia, homofobia, lesbofobia, son una extensión viva del colonialismo que aún habita en nosotres, incluso hoy, incluso aquí.
Nombrarlo no está mal, nombrarlo es necesario y es parte del proceso hacia la justicia y la reparación histórica hacia nuestra población. Para nosotres ha sido profundamente sanador reconocernos desde nuestras raíces, y abrazar que en realidad hemos estado siempre, seguiremos estando, y cada vez somos más.”
Today on the day of Saturn, father of time and patron of our dead, I share with you some words that I enunciated as part of the collective ritual in charge of the group of sexual and gender dissidents of which I was a part of in the framework of the Latin American Meeting of healers, witches, herbalists, artists-healers and therapists.
That day was the last day of the gathering and we were invited to open the day with a ceremony that began in the sea and ended in fire and the resounding of marika maracas against translesbohomophobia. Capturing what that ceremony was in words would not do it justice, energies and worlds moved and it was a space to honor our authority as healers.
I will anchor the full text of this speech here and the video version can be found in this post. Each word was born to be heard and announced out loud. Gratitude always to my companions present that day and to each trans, travesti, queer person who resists this world every day and reclaims being someone who possesses wisdom and medicine to share.
Haylli! Haylli!
We take this moment to call all the people who preceded us, to recognize the living and transcendent spirits of those who make up our blood lineage and community.
Why are we doing this? Because coming here to open the last day of the meeting is no coincidence, it is the recognition by the organizing team of the importance of our presence in a meeting like this, where we have come to gather healers, witches, witches, witches, healers, therapists, defenders of territories and medicine people whose practices did not start from nothing but are a continuation of knowledge and intergenerational struggles.
It is essential for us as trans, non-binary, pansexual, free spirit, lesbian and queer people to take into account our roots and our ancestry, because what we recognize today with these names, with these identities, are actually modern names for ancient existences. .
To be qhariwarmis, two spirits, muxes, hijras, calalai, sekrata, baklas is to recognize that we have existed before colonialism and occupied important roles in the community, roles often linked precisely to healing.
Part of our spiritual struggle, which is undeniably political, is to claim our lives, experiences, knowledge and medicines, because the binary gender and heterosexuality as we know it today are social constructs imposed on these territories, and therefore the forms of discrimination against us, be it transphobia, homophobia, lesbophobia, they are a living extension of colonialism that still inhabits us, even today, even here.
Naming it is not wrong, naming it is necessary and is part of the process towards justice and historical reparation for our population. For us it has been profoundly healing to recognize ourselves from our roots, and to embrace that in reality we have always been there, we will continue to be there, and there are more and more of us.